Las nuevas tecnologías están tomando un puesto predominante en todo aquello que se refiere al ámbito comunicativo y del diseño. En no más de cinco años nuevas fórmulas y formatos como el mailing, las pantallas táctiles, las aplicaciones móviles, los e-books, etc., van desterrando objetos y costumbres tan arraigadas como pueden ser un libro, un póster o el buzoneo. La caducidad inminente de ciertas herramientas comunicativas muy en uso hoy en día obliga a cualquier organización o empresa a plantearse una transición hacia los nuevos medios. Como expertos en comunicación, los diseñadores somos responsables de aconsejarles y ayudarles a actualizar las formas de dirigirse a sus públicos objetivos. A la hora de asesorarles, tratamos de averiguar el estado y las necesidades de nuestros clientes desde tres puntos de vista diferentes: